La mujer también como pintora en el arte

La mujer también como pintora en el arte
Hacia el Renacimiento y Barroco

martes, 8 de marzo de 2016

Caterina Van Hemessen

Autorretrato Caterina Van Hemessen (Portrait of a Young Lady (hacia 1560)

Del taller de su padre a la corte

Caterina van Hemessen fue una pintora flamenca del Renacimiento que trabajó en Amberes. Nació en la ciudad belga de Amberes en 1528. De los primeros años de su vida solamente se sabe que, como hija de un afamado pintor llamado Jan Sanders van Hemessen, inició sus estudios artísticos pues en el taller de su padre. Hacia 1540, Caterina dió un gran salto en su formación como pintora profesional en aquella época, ya que junto a su padre, Caterina entró en la corte bajo el patronazgo de la Reina María de Hungría, hermana del emperador Carlos V y rey heredero en aquel tiempo de los Países Bajos. Su padre le enseñó probablemente todo acerca de este oficio. En 1554 en Amberes contrae matrimonio con el organista Chretian de Morien. Se dice que dejó el oficio de la pintura a partir de ese momento, falleciendo hacia 1587.

Autorretrato (hacia 1548), de Caterina Van Hemessen, cuando tenía 20 años, óleo sobre lienzo, Öffentliche 
Kunstsammlung, Basilea 

De la corte a su hogar

Como Caterina nació en Amberes, Bélgica, en 1528. Posiblemente habrá aprendido la técnica en el taller de su padre, junto a los demás aprendices, ayudándolo también en algunos de sus trabajos. Al igual que Jan van Hemessen, hacia la década de 1540 como hemos mencionado anteriormente, Caterina recibió el patronazgo de la Reina María de Hungría, que en ese tiempo actuaba de regente de los Países Bajos en nombre de su hermano de Carlos V. Trabajó en su corte realizando retratos en miniatura de importantes cortesanos, además de obras de temática religiosa que muestran la influencia paterna, tal y como habíamos mencionado anteriormente.
En 1554 Caterina contrajo matrimonio con Christian (Chrétien) de Morien, organista de la Catedralde Amberes, un cargo considerado importante en aquella época. Aunque, como era costumbre en esos tiempos, al parecer dejó de pintar luego de su casamiento cuando contaba con 26 años, porque no se han encontrado pinturas de ella fechadas después de este acontecimiento. Es decir, dejó de pintar para dedicarse a cuidar de sus hijos cumpliendo un papel de esposa normal. Dos años después, cuando la reina María renunció a la regencia de los Países Bajos, Caterina y su marido se fueron con ella a España, permaneciendo allí hasta que la reina murió en 1558. El aprecio María de Hungría por el talento de Caterina dejó toda su herencia a la pareja una elevada pensión para que pudieran llevar una vida confortable.

Finalmente, la pareja pasó poco tiempo en España pero de este período se sabe que Caterina volvió a coger el pincel para colaborar en la creación del retablo de Tendilla del Monasterio Jerónimo de Santa Ana de Guadalajara. 
Cuando en 1558 fallecía su pratrocinadora, Caterina y su esposo volvieron a su ciudad natal donde la pintora fallecería en 1587, a los 60 años.

Temática y obras

Se sabe de la existencia de diez trabajos firmados y fechados por la artista, entre los que se cuentan seis retratos, un autorretrato y pinturas religiosas basadas en hechos históricos, con escenas que muestran grandes grupos de figuras. Actualmente las obras se encuentran en la National Gallery de Londres y en el Rijksmuseum de Ámsterdam, y su autorretrato está en el Öffentliche Kunstsammlung de Basilea, Suiza. También se atribuyen a Caterina las nueve pinturas de la parte central y la predella del Retablo de Tendilla, que se encontraba en el Monasterio Jerónimo de Santa Ana y desapareció en el año 1845. Luego de aparecer en Londres, en 1915, fue adquirido por el Cincinatti Art Museum (EEUU). Del análisis de las pinturas de su retablo se podría deducir que fueron realizadas probablemente por cuatro pintores del taller de Jan van Hemessen, entre los cuales se puede distinguir fácilmente la mano y el estilo de Caterina.
Las pinturas de esta artista se caracterizan por el realismo; las personas retratadas posan generalmente contra un fondo oscuro, sin mirar al espectador. Se puede pensar que sus obras “Retrato de una dama” y “Retrato de un hombre”, que muestran dos personajes delgados y de semblante serio y triste, podrían ser en realidad retratos de ella y su marido. Su Autoretrato la muestra en el momento en que está por pintar y sostiene su pincel. Por esta obra se la distingue como una de las primeras pintoras en la realización de este tipo de autorretrato, en el que se ve al autor pintando.

Por lo que Caterina pintó entonces muchísimos retratos de todos los miembros de la corte, así como la serie de distintos lienzos centrados en temas religiosos (dedicados a Cristo y a la Virgen María). Pintó varios retratos de mecenas muy ricos y de mujeres posando delante de un fondo oscuro. Realizó varias imágenes de temas religiosos a lo largo de su formación artística. En la mayoría de sus obras, casi todas fueron retratos y poco a poco se ganó el reconocimiento por su talento pictorico de la reina María de Hungría; en los retratos que ella pintaba podemos observar ciertas características del arte de flandes en el renacimiento muy básicas que son: los fondos claroscuros o neutros, Caterina en casi todas sus obras tiende a ser muy meticulosa y detallista. Es una de los iconos del arte flamenco hacia finales del Renacimiento Manierista (s. XV-s.XVI).


Retrato de una dama con una vestimenta del s. XVI, Caterina Van Hemessen, Bowes Museum

Retrato de una mujer, (hacia 1540-1550)

Niña (hacia 1548)

Retrato de una dama (hacia 1548)

Retrato de una dama (hacia 1548)

Retrato de otra dama (hacia 1548)

Detalle retrato de su padre (hacia 1552)


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