La mujer también como pintora en el arte

La mujer también como pintora en el arte
Hacia el Renacimiento y Barroco

martes, 8 de marzo de 2016

Ginevra Cantofoli

Ginevra Cantofoli (Autorretrato) Alegoría a la vanidad (Desconocida)

Ginevra Cantofoli fue una pintora boloñesa nacida en 1618 y falleció en Bolonia en 1672. Fue una pintora italiana del barroco que trabajó temáticas religiosas y alegóricas. Ginevra nació en el seno de una familia que poco tuviera que tener alguna relación con el arte y poco a poco, su gusto por la pintura de aquella época fue en aumento. Los padres de Ginevra fueron Frascesco Cantofoli y Olivia Buldrini, en el que según a los documentos que aún conocemos, esta familia tenía buenos recursos económicos. Sin embargo, ningún miembro de la familia eran pintores ni tampoco tenían una estrecha devoción por la pintura barroca italiana: su padre se preocupó por dar a Ginevra una buena educación para alentarla para la profesión de pintora.
En uno de sus viajes, entabló una gran amistad con la gran pintora Elisabetta Sirani y gracias a ella se formaron bajo la tutela de Argentina Reni, por lo que el estilo del maestro Reni estuvo muy presente. 

No se sabe mucho de su vida, pero se han encontrado algunos documentos que se refieren al día de su muerte y varios historiadores dicen que murió el 11 de mayo de 1672, cuando ella tenía 54 años de edad, por lo que se deduce que nació en torno 1618, pero no se conoce una fiabilidad histórica en esta parte de su vida. La formación que ha vivido como pintora ha sido conducida, por Giovanni Andrea Sirani, la cual, sus obras sobresalieron como una serie de dibujos de cristal, (especialidad que había trabajado en el taller de Giovanni Andrea Sirani), algunos retablos, alegorías y una amplia gama de pinturas de carácter religioso que dedicó a la Virgen María. Antes de morir, se dice que Ginevra tenía 51 obras en su poder tras trabajar en el taller de Giovanni Andrea Sirani. 
Actualmente, en la capital milanesa, no sabía absolutamente nada del nombre de Ginevra Cantofoli, siendo muy pocos documentos de los que disponemos información sobre su vida y obras, hasta el punto de considerarla una pintora totalmente desconocida.

Temática y obras

Entre sus numerosos trabajos a gran escala, como retablos o pinturas religiosas, podemos encontrar un autorretrato propio: Alegoría de Sinceridad. Obras que pintó en varias iglesias italianas: una última cena de San Procolo, Santo Tomás Villanueva de San Giacomo Maggiore, y Santa Apolonia para la Iglesia de La Morte.

 Ginevra Cantofoli (hacia 1660) Allegoria della pittura (Autoritratto). 1660. Pinacoteca di Brera 

Escena de la pintura (Desconocida) 

Escena alegórica (Desconocida)

Mujer Joven (Desconocida)

Autorretrato Ginevra Cantofoli (1600) Galleria Nazionale D'arte Antica



Caterina Van Hemessen

Autorretrato Caterina Van Hemessen (Portrait of a Young Lady (hacia 1560)

Del taller de su padre a la corte

Caterina van Hemessen fue una pintora flamenca del Renacimiento que trabajó en Amberes. Nació en la ciudad belga de Amberes en 1528. De los primeros años de su vida solamente se sabe que, como hija de un afamado pintor llamado Jan Sanders van Hemessen, inició sus estudios artísticos pues en el taller de su padre. Hacia 1540, Caterina dió un gran salto en su formación como pintora profesional en aquella época, ya que junto a su padre, Caterina entró en la corte bajo el patronazgo de la Reina María de Hungría, hermana del emperador Carlos V y rey heredero en aquel tiempo de los Países Bajos. Su padre le enseñó probablemente todo acerca de este oficio. En 1554 en Amberes contrae matrimonio con el organista Chretian de Morien. Se dice que dejó el oficio de la pintura a partir de ese momento, falleciendo hacia 1587.

Autorretrato (hacia 1548), de Caterina Van Hemessen, cuando tenía 20 años, óleo sobre lienzo, Öffentliche 
Kunstsammlung, Basilea 

De la corte a su hogar

Como Caterina nació en Amberes, Bélgica, en 1528. Posiblemente habrá aprendido la técnica en el taller de su padre, junto a los demás aprendices, ayudándolo también en algunos de sus trabajos. Al igual que Jan van Hemessen, hacia la década de 1540 como hemos mencionado anteriormente, Caterina recibió el patronazgo de la Reina María de Hungría, que en ese tiempo actuaba de regente de los Países Bajos en nombre de su hermano de Carlos V. Trabajó en su corte realizando retratos en miniatura de importantes cortesanos, además de obras de temática religiosa que muestran la influencia paterna, tal y como habíamos mencionado anteriormente.
En 1554 Caterina contrajo matrimonio con Christian (Chrétien) de Morien, organista de la Catedralde Amberes, un cargo considerado importante en aquella época. Aunque, como era costumbre en esos tiempos, al parecer dejó de pintar luego de su casamiento cuando contaba con 26 años, porque no se han encontrado pinturas de ella fechadas después de este acontecimiento. Es decir, dejó de pintar para dedicarse a cuidar de sus hijos cumpliendo un papel de esposa normal. Dos años después, cuando la reina María renunció a la regencia de los Países Bajos, Caterina y su marido se fueron con ella a España, permaneciendo allí hasta que la reina murió en 1558. El aprecio María de Hungría por el talento de Caterina dejó toda su herencia a la pareja una elevada pensión para que pudieran llevar una vida confortable.

Finalmente, la pareja pasó poco tiempo en España pero de este período se sabe que Caterina volvió a coger el pincel para colaborar en la creación del retablo de Tendilla del Monasterio Jerónimo de Santa Ana de Guadalajara. 
Cuando en 1558 fallecía su pratrocinadora, Caterina y su esposo volvieron a su ciudad natal donde la pintora fallecería en 1587, a los 60 años.

Temática y obras

Se sabe de la existencia de diez trabajos firmados y fechados por la artista, entre los que se cuentan seis retratos, un autorretrato y pinturas religiosas basadas en hechos históricos, con escenas que muestran grandes grupos de figuras. Actualmente las obras se encuentran en la National Gallery de Londres y en el Rijksmuseum de Ámsterdam, y su autorretrato está en el Öffentliche Kunstsammlung de Basilea, Suiza. También se atribuyen a Caterina las nueve pinturas de la parte central y la predella del Retablo de Tendilla, que se encontraba en el Monasterio Jerónimo de Santa Ana y desapareció en el año 1845. Luego de aparecer en Londres, en 1915, fue adquirido por el Cincinatti Art Museum (EEUU). Del análisis de las pinturas de su retablo se podría deducir que fueron realizadas probablemente por cuatro pintores del taller de Jan van Hemessen, entre los cuales se puede distinguir fácilmente la mano y el estilo de Caterina.
Las pinturas de esta artista se caracterizan por el realismo; las personas retratadas posan generalmente contra un fondo oscuro, sin mirar al espectador. Se puede pensar que sus obras “Retrato de una dama” y “Retrato de un hombre”, que muestran dos personajes delgados y de semblante serio y triste, podrían ser en realidad retratos de ella y su marido. Su Autoretrato la muestra en el momento en que está por pintar y sostiene su pincel. Por esta obra se la distingue como una de las primeras pintoras en la realización de este tipo de autorretrato, en el que se ve al autor pintando.

Por lo que Caterina pintó entonces muchísimos retratos de todos los miembros de la corte, así como la serie de distintos lienzos centrados en temas religiosos (dedicados a Cristo y a la Virgen María). Pintó varios retratos de mecenas muy ricos y de mujeres posando delante de un fondo oscuro. Realizó varias imágenes de temas religiosos a lo largo de su formación artística. En la mayoría de sus obras, casi todas fueron retratos y poco a poco se ganó el reconocimiento por su talento pictorico de la reina María de Hungría; en los retratos que ella pintaba podemos observar ciertas características del arte de flandes en el renacimiento muy básicas que son: los fondos claroscuros o neutros, Caterina en casi todas sus obras tiende a ser muy meticulosa y detallista. Es una de los iconos del arte flamenco hacia finales del Renacimiento Manierista (s. XV-s.XVI).


Retrato de una dama con una vestimenta del s. XVI, Caterina Van Hemessen, Bowes Museum

Retrato de una mujer, (hacia 1540-1550)

Niña (hacia 1548)

Retrato de una dama (hacia 1548)

Retrato de una dama (hacia 1548)

Retrato de otra dama (hacia 1548)

Detalle retrato de su padre (hacia 1552)


sábado, 5 de marzo de 2016

Sofonisba Anguissola


Autorretrato de Sofonisba Anguissola hacia 1556

Sofonisba Anguissola (Cremona, hacia 1532 - Palermo, 1625) fue una pintora italiana, la primera mujer pintora de éxito del Renacimiento y una de las artistas más longevas. Sofonisba Anguissola (también escrito Anguisciola o Anquissola) nació en Cremona (actual Italia) hacia 1532. Era la mayor de siete hermanos, seis de los cuales eran niñas. Su padre, Amilcare Anguissola, era miembro de la baja nobleza genovesa. Su madre, Bianca Ponzone, de familia influyente, falleció cuando Sofonisba contaba entre cuatro y cinco años. 
Durante las cuatro generaciones anteriores, la familia tuvo una estrecha conexión con la historia antigua de Cartago, por lo que nombraron a su progenie en honor del gran general Aníbal, llamando a su hija como la trágica protagonista cartaginesa Sofonisba.

El Retrato del Renacimiento suyo, que tuvo lugar en el Museo del Prado, se observa en el que pinta al caballete de la primera imagen de su presentación como pintora. Además, el nombre de la artista es bastante singular, lo que sorprende es no haber tenido noticias hasta entonces de ella a pesar de ser una pintora que había trabajado en la corte de Felipe II durante 14 años y de ser una de las pocas pintoras que tiene una presencia consolidada en el Museo del Prado.

Si buscamos más información sobre ella, encontramos una completa biografía escrita por la profesora Beatriz Porqueres, pero continuando en su búsqueda podemos encontrar a la persona que más ha hecho en España por el conocimiento de esta pintora: la especialista alemana Maria Kusche, la cual especialista en la retratística española del s. XVI y s. XVII y de un modo especial en Sofonisba Anguissola, María Kushe se ha convertido en referencia obligada para cualquier estudio sobre esta pintora y es consultada desde los más diversos ámbitos- científicos y galerías de arte- sobre nuevas atribuciones. Conocemos a Anguissola mediante el libro de Kushe llamado Retratos y Retratadores en la corte de Felipe II.

Por lo que vamos a descubrir a una increíble pintora que disfrutó de un enorme éxito durante la etapa del Renacimiento (S. XIV - s. XV) pero que sería olvidada por la Historia del Arte tras su muerte.

Formación y obras:

Cuando comenzó, la joven Anguissola se formó en el taller de Bernardino Gatti, donde fue descubierta por Giorgio Varsari, que reconoció en ella la calidad como artista. Su trabajo llegaría a oídos de Miguel Ángel Buonarroti, que quedaría sorprendido por las dotes de nuestra pintora a la que incluso enviaría algunos bocetos para ayudarla en su formación.

Sabemos que Vasari la menciona en su obra “Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos” diciendo de ella:

"Anguissola ha mostrado su mayor aplicación y mejor gracia que cualquier otra mujer de nuestro tiempo en sus empeños por dibujar; por eso ha triunfado no sólo dibujando, coloreando y pintando de la naturaleza, y copiando excelentemente de otros, sino por ella misma que ha creado excelentes y muy bellas pinturas".

Formada como retratista, Sofonisba viajó a la corte española de Felipe II, gracias a la invitación del duque de Alba donde se instaló desde 1559 a 1573. Llegó a a España con 27 años para convertirse en dama de compañía de la nueva reina, Isabel de Valois.

El monarca Felipe II admiraba la obra de la pintora italiana y le encargó varios trabajos, convirtiéndose por entonces en profesora de pintura y retratista de la corte. A la muerte de la reina, siguió manteniendo el favor del rey que le encargo la educación de las pequeñas infantas: Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela.

Retrato de las infantas Isabella Clara Eugenia and Catalina Micaela, 1570

Tras abandonar la corte española, se casó y se quedó viuda en varias ocasiones estableciendo su residencia en Sicilia, Génova y finalmente en Palermo. Es allí donde tenemos las últimas noticias de ella, el pintor Antonio Van Dyck pudo verla a la edad de 93 años y según nos cuenta seguía siendo una mujer vigorosa y de genio chispeante.

Temática y obras

Fue una pintora de estilo clásico, su obra estuvo centrada sobre todo en los retratos cortesano donde gustaba de colocar ciertos objetos que reflejaran el carácter del retratado.

Además de estos, le pertenecen una buena colección de autorretratos, de los que se han conservado 16 lienzos. En ellos aparece demostrando su formación artística (pintando, tocando el espinel) y vestida con caros ropajes propios de la nobleza.


VIAJE A ROMA: el motivo de sus retratos estaban enfocados a plasmar a los miembros de su familia.

En la corte española, su obra recibiría influencias de los principales artistas que trabajaban en España en ese momento, pero supo mantener su propia forma de entender la pintura caracterizada por el modelado de las figuras a través de una pincelada sutil y una iluminación difusa que suele envolver a los personajes. Los representa casi de frente al espectador y con una mirada directa, conectando ambos mundo emocionalmente.

Nunca dispuso de un taller oficial, como sí tuvieron pintores masculinos del momento, y su posición social le impedió firmar la autoría de los lienzos. La fama de la que disfrutó en vida no se corresponde con su reconocimiento posterior a pesar de la calidad de su trabajo.

Desgraciadamente, a esto se añade que muchos de los retratos que hizo a la nobleza española se perdieran en el incendio del Alcázar de 1734. Sólo se conservan uno pocos, entre ellos el famosos retrato de Felipe II conservado en el Museo del Prado.

Autorretrato, 1554; en el Kunsthistorisches Museum de Viena, Viena, Austria.

Lucia, Minerva y Europa Anguissola jugando ajedrez, 1555, Muzeum Narodowe (Museo Nacional), Poznan, Polonia.

De las pocas obras que fueron firmadas por Sofonisba Anguissola la más famosas es “El juego de ajedrez“, realizada en 1555 antes de viajar a España.

Retrato de la familia Anguissola, el padre Amilcare, su hermana Minerva y su hermano Asdrúbal, 1558

DE MILÁN A ESPAÑA: Viajó a España para convertirse en pintora de la corte de Felipe II y formarparte de las damas de compañía de la reina. Los retratos responden a la nobleza de dicha corte.

Retrato de Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II, 1561-1565

Una de las autorías más controvertidas relacionadas con Sofonisba es la referida a lienzo conocido como La dama del armiño. Hasta ahora, los expertos han creído que el retrato fue pintado por El Greco, pero hace unos años apareció una corriente crítica con esta atribución considerando que la obra pertenece realmente a manos de nuestra artista, subrayando la semejanza entre el retrato en cuestión y el de la infanta Catalina Micaela del Museo del Prado, que sí es suyo.

La dama del armiño, Infanta Catalina Micaela o Jerónima de las Cuevas Pollock House (Glasgow)

Catalina Micaela, 1585

Felipe II, óleo sobre lienzo, 88 x 72 cm, 1565. Ubicación: Museo Nacional del Prado, Madrid.

Retrato de la reina Ana de Austria, óleo sobre lienzo, 86 x 67,5 cm, 1573.Ubicación: Museo Nacional del Prado, Madrid.

VEJEZ EN ITALIA: Estableció un estudio propio en Génova, donde realizó su retiro hasta su muerte.

Sofonisba Anguissola, Autorretrato, 1610.

Vecellio pintando a Sofonisba (Pinacoteca de Siena)

viernes, 4 de marzo de 2016

Elisabetta Sirani


Elisabetta Sirani (Bolonia, 1638 – Bolonia, agosto de 1665) fue una pintora italiana de estilo barroco y una de las últimos representantes de la brillante escuela boloñesa del siglo XVII. Fue una de las primeras mujeres pintoras de proyección internacional, pero su prematura muerte con 27 años de edad truncó una carrera que pudo haber evolucionado hacia el barroco decorativo que abanderó Luca Giordano.

Sirani se inició en la pintura hacia 1650, con el apoyo de su futuro biógrafo, el conde Carlo Cesare Malvasia, influyente crítico. Una de sus primeras obras fue el San Jerónimo en el desierto de la Pinacoteca Nazionale de Bolonia. En 1657, con 19 años, se hizo pintora profesional, y más adelante llegó a gestionar el taller familiar. Cuando su padre quedó inválido por la gota, ella tuvo que mantener a su familia con su arte, y se cree que la necesidad económica le forzó a trabajar con singular rapidez. Como tuvo que trabajar más rápido, para que su familia no pasara hambre, para terminar antes sus pinturas, sus hermanas Bárbara y Ana María, también pintoras, le ayudaron. 

Es hija de Giovanni Andrea Siran (principal ayudante o mano derecha del influyente pintor barroco Guido Reni). Y tuvo por discípulas a más de doce mujeres que llegaron a ejercer profesionalmente.

Por ser mujer, Elisabetta no pudo acceder a una academia y tuvo de aprender únicamente en el taller paterno. Era modesta en el trato y de reconocida belleza, Sirani alcanzó un temprano renombre en Europa. Su especialidad eran las pinturas religiosas. Su taller fue visitado por coleccionistas que venían de muy lejos. La artista hizo demostraciones públicas en respuesta a quienes cuestionaban sus cuadros.

Elisabetta por su parte, se inició en la pintura con una muy temprana edad, con 12 años y dejó una producción sorprendentemente amplia, fueron 200 pinturas, así como dibujos y diversos grabados.

Solía pintar con lápiz y tinta, Sirani introdujo contrastes de luces, en sus pinturas fue menos personal y suavizó las sombras tostadas. Por lo general sus composiciones son de formato medio y simples en cuanto a diseño y mantienen un tono agradable y decorativo de indudable atractivo comercial.

Murió en su ciudad natal (Bolonia) en Agosto de 1665. Dicha muerte se creyó que fue a causa de envenenamiento por parte de una criada pero esta quedó absuelta. Ahora, los restos de Elisabetta y su maestro Guido Reni están juntos, en la Basílica de Santo Domenico de Bolonia.

Temática y obras.

Entre sus obras más importantes, el estilo y temática que utiliza es la religiosa. En líneas generales, en todas sus pinturas están resaltadas de un fuerte naturalismo y un marcado realismo. También comenzó su interés por los efectos de la luz y la técnica del claroscuro. En sus obras, las representa tal y como son, incluso representa los temas religiosos como si fueran la vida real para acercar a los espectadores a la religión (naturalismo y realismo). Cuando quiere plasmar la realidad, se interesó por el estudio de la luz y llegó a crear intensas sombras tenebrosas en algunos de sus cuadros, que se parecen a las obras de la escuela flandesa y holandesa. Los personajes cómo están presentados con un cierto sentido religioso, los deja inmersos en la oscuridad. Para dar este efecto, la oscuridad se interrumpe por una fuerte carga lumínica procedente de un solo foco. Este juego de luz reduce la gama cromática hacia tonos rojos y claroscuros. 

En su obra, Porcia hiriéndose en la pierna, introdujo fuertes contrastes de luces, además de utilizar el claroscuro para resaltar las expresiones faciales de los personajes (Fundación Miles, Houston, EE. UU.).

Porcia hiriéndose el muslo (1664) óleo sobre lienzo, 101 x 138 cm
Fundación Stephen Warren Miles y Marilyn Ross Miles, Houston

En la obra Santo fraile arrodillado consta de un dibujo que en el cual, se representa a un santo fraile. A pesar de la atribución a Reni y del estilo del dibujo que se ha basado en su mentor boloñes, los apuntes a pluma, las aguadas menos fluidas y transparentes, lo acercan al estilo de Elisabetta, según Mena Marqués, M. (Catálogo de dibujos. VI. Dibujos italianos del siglo XVII, Museo del Prado).
Santo fraile arrodillado

Otra de sus grandes obras es la de San Juan Bautista en el desierto, en el que lo representa sedente, de perfil hacia la izquierda y la cabeza dirigida al espectador. Es uno de sus dibujos más representativos a lo que hace su propio estilo. Emplea aguadas, dadas con pincel, delimita el modelo escultórico según sus contornos, como también en el estudio de la iluminación, en la que aparece en casi todos sus dibujos de Sirani. Otra obra de Sirani que sigue los mismos patrones es la de Judith con la cabeza de Holofernes en la que utiliza la luz coloreada para englobar su cuadro (1658, Lakeview Museum of Arts and Science, Peoria). También tenemos la obra del Joven San Juan Baustista.

San Juan Bautista en el desierto

Joven San Juan Bautista (1665) Óleo en lienzo sobre tabla,
70 x 48, Colección privada

Virgen y el Niño (1663)
Óleo sobre lienzo, 86 x 70 cm
Museo Nacional de Mujeres en las Artes, Washington

Judith con la cabeza de Holofernes, óleo sobre lienzo, 236 x 183
Lakeview Museo de Artes y Ciencias, Peoria

Virgen con el niño y San Juan

San Jerónimo, Óleo sobre lienzo, 102 x 84 cm
Colección privada

La Pulga, Óleo sobre lienzo, 100 x 76 cm
Colección privada

Retrato de Anna Maria Ranuzzi como Caridad (1665)
Óleo sobre lienzo, 96 x 78, Bolonia
Autorretrato Elisabetta Sirani

jueves, 3 de marzo de 2016

Artemisia Gentileschi

Autorretrato como mártir (1615). Colección privada

Artemisia Gentileschi nació el 8 de julio de 1593, en Roma y falleció en Nápoles hacia 1654. Fue la hija de un gran pintor del barroco, Orazio Gentileschi, uno de los representantes y seguidores del estilo de Caravaggio. Esta pintora era considerada como una de los primeros pintores barrocos y se imponía por su arte en una época en que las mujeres no eran aceptadas fácilmente. Cabe destacar que la temática de sus cuadros era histórica y religiosa. Influenciada por el claroscuro y estilo del pintor Caravaggio. 

Su padre le guió en el arte de la pintura, enseñándole técnicas como la del claroscuro que trataba del uso de contrastes fuertes entre volúmenes unos iluminados y otros con sombra para destacar más algunos elementos de la obra. Este estilo se denominaría “tenebrismo” que tuvo una gran influencia en las obras de esta pintora.

TEMÁTICA DE SUS OBRAS

A sus 17 años firmó su primera obra, llamada Susana y los viejos, se trata de una pintura al óleo sobre lienzo cuyas medidas son 170 x 121.En esta obra podemos observar la gran influencia de Miguel Ángel porque podemos ver sus características en esta obra caracterizada por la composición y el cromatismo de la anatomía de la figura principal. Además, también deriva un intenso contraste entre el rojo y azul y se centra la atención en la forma de expresión de los personajes de la obra. Cabe destacar que su obra actualmente se conserva en el Castillo de Weissenstein de Pommersfelden (Alemania).

Esta obra tiene su significado ya que representa la escena de Susana y los viejos que está inspirada en el capítulo 13 del Libro de Daniel. Susana, cuyo nombre en hebreo significa "hija de los lirios", aparece así como símbolo de pureza y castidad. Las primeras representaciones del relato bíblico muestran a Susana como símbolo del alma salvada. Además, Susana aparece representada de forma alegórica como un cordero entre dos lobos, o como orante rodeada por los dos ancianos.

Susana y los viejos

Cuando se casó, pasó un período de tiempo junto a su marido en Florencia, dónde pintó varios cuadros y uno de los más destacados fue: Judith decapitando a Holofernes, hoy situado en los Uffizi, un palacio y museo de Florencia y una de sus grandes obras. Su temática es religiosa ya que es uno de los episodios del Antiguo Testamento. La oscuridad , violencia y frialdad que se muestra en el cuadro con que Judith decapita a Holofernes, se atribuyen a su violación y al proceso humillante que le siguió. Como se observa en el cuadro seguía aplicando la técnica del claroscuro e interpreta a las mujeres fuertes y maduras, diferencia a Artemisia Gentileschi del resto de los pintores de su época.

Judith decapitando a Holofernes

Años más tarde, pintó una de sus obras más importantes denominada María Magdalena como La Melancolía y que se conserva en el Museo Soumaya de la Ciudad de México. En esta obra se puede seguir viendo la técnica del claroscuro, el naturalismo o realismo de la figura central iluminada y con un fondo monocromo. Su temática es religiosa ya que representa a María Magdalena elegantemente vestida, sentada y la expresión de su cara muestra tristeza y parece ser que por sus ojos rojos ha llorado mucho.

María Magdalena La Melacolía (1625). Sala del Tesoro, Catedral de Sevilla

Retrato de un Condottiero (1622). Palazo Accursio (Bolonia)

Autorretrato como alegoría de la pintura (1638). Hampton Court Palace (Londres)


Tras trasladarse a Nápoles, Artemisia empezó a trabajar en cuadros para una catedral, dedicados a San Gennaro nell'anfiteatro di Pozzuoli (San Jenaro en el anfiteatro de Pozzuoli) en Pozzuoli. Durante su estancia pintó el Nacimiento de San Juan Bautista que se conserva en el Museo del Prado de Madrid encargada por el conde de Monterrey, virrey de Nápoles, para el Palacio del Buen Retiro de Madrid. En esta obra lo que más se destaca es la gran iluminación y naturalismo. Su temática es religiosa y representa la escena que se refiere al texto del evangelio de San Lucas, donde un grupo de mujeres con un niño aparecen iluminados y parece ser que discuten por el nombre que se le va a poner al niño. En el segundo plano, aparece Zacarías escribiendo en una tablilla el nombre de Juan.

Nacimiento de San Juan el Bautista. (1633). Museo del Prado (Madrid)